Apnea, buceo nocturno, en pecios o en grutas, fotografía subacuática... Los fondos marinos de Mallorca ofrecen múltiples experiencias al submarinista, con más de setenta centros de buceo.
Gran parte del fondo marino de Mallorca está tapizado de posidonia, la planta en forma de cinta que oxigena las aguas del mar y responsable de su transparencia. Forma verdaderas praderas sumergidas donde viven, se alimentan y reproducen numerosas especies marinas. Las aguas que rodean la isla son tranquilas y ofrecen una enorme visibilidad, que en días claros puede llegar a los 50 metros. La temperatura del agua es ideal: unos 13º C en invierno y 29º C en verano, lo que permite bucear durante todo el año.
Los paisajes sumergidos son muy variados: grutas, arrecifes y restos arqueológicos, con especies como meros, morenas, congrios, barracudas, gorgonias, anémonas, nacras o pulpos. En la costa de la Serra de Tramuntana abundan las formaciones rocosas, y son muy recomendables las inmersiones en la Reserva Natural de las Islas Malgrats, el islote del Toro, el Parque Natural de la isla de Dragonera, el puerto de Sóller o el cabo de Formentor. La bahía de Palma también resulta enormemente atractiva, con algunos pecios que sirven de refugio a la fauna marina. En el este y nordeste de la isla abundan las grutas, a menudo de difícil acceso y a veces solo reservadas a buceadores veteranos. Y resulta un privilegio bucear en las aguas protegidas del Parque Natural Marítimoterrestre del Archipiélago de Cabrera, rebosantes de vida marina.
En Mallorca hay más de setenta escuelas y centros de buceo donde se pueden realizar cursos de iniciación o perfeccionamiento, alquilar un equipo completo o apuntarse a excursiones para disfrutar de inmersiones inolvidables junto a otros aficionados, con total seguridad y monitores que hablan diversos idiomas.